Aquí he encontrado siempre numerosos ejemplares de Messor, Cataglyphis y Aphaenogaster, hoy además he reparado en unos pequeños embudos excavados en los alrededores de los nidos de las primeras (foto 1).
No he tardado mucho en observar una gran “major” de Messor barbarus (Linnaeus, 1767) que había caído en uno de estos embudos y en el que ya se encontraba semienterrada y haciendo frenéticos esfuerzos por liberarse (foto2). La infortunada hormiga había caído en la trampa de una "hormiga león", un insecto carnívoro que a pesar de su nombre vulgar nada tiene que ver con las formicinas. La hormiga león pertenece al orden de los Neurópteros (“alas con nervios”) y sus adultos se parecen a las libélulas de las que pueden diferenciarse fácilmente por sus antenas. Las larvas de muchas especies de hormiga león son estrictamente carnívoras, excavan un pequeño embudo de tierra suelta por donde es fácil que caigan otros insectos. En el fondo del embudo, semienterrada, esperan las dos grandes mandíbulas de la larva de hormiga león que atraparán inexorablemente a su víctima. Además, si ésta se zafara y tratara de escapar, es capaz de lanzarle un certero chorro de arena que la hará desequilibrarse y caer de nuevo al fondo de su trampa.
(*): Para conocer un poco a José Manuel Falcón Martín: http://www.aragonesasi.com/boreas/articulos/falcon.htm
Geolocalización "Sabina de Villamayor" en Google Maps:
http://maps.google.es/maps?hl=es&ll=41.704511,-0.724872&spn=0.004301,0.009645&t=h&z=17&vpsrc=6