miércoles, 11 de mayo de 2011

Linepithema humile, la hormiga argentina, una plaga en expansión.

Bueno, como comenté en una anterior entrada, estoy buscando esta especie invasora en Zaragoza y alrededores, afortunadamente por ahora, mi búsqueda ha resultado infructuosa, pero esto tampoco quiere decir “gran cosa” y seguiré buscando… 

Seguramente muchos habréis oído hablar de la hormiga argentina Linepithema humile (Mayr, 1868). Esta hormiga procede de la zona norte de Argentina, Uruguay y sur de Brasil. Es una hormiga de color marrón y de pequeño tamaño, desde 2-3mm (obreras) hasta los 4-5 mm de las reinas. En su zona de origen es una hormiga que pasa casi desapercibida, pero la cosa cambia radicalmente en los lugares donde ha sido introducida. Se estima que el auge de los transportes marítimos de los siglos 18’ y 19’, fueron los causantes de su traslocación e introducción en otras localidades y continentes: América del Norte, Europa y hasta Asia y Australia. En España se la cita por primera vez en 1923.  



Lo que hace especial a esta especie es que fuera de su área natural forma supercolonias. Las hormigas en general suelen ser muy agresivas con otras de su misma especie pertenecientes a otros hormigueros o colonias (agresividad intraespecífica = regulación natural de la población). Pensemos que no hay otro organismo que sea mayor competidor y por tanto, enemigo de uno mismo que otro de la misma especie, ya que éste tendrá los mismos requerimientos de comida, espacio, etc. En cambio, las hormigas argentinas no parecen desarrollar este comportamiento fuera de su área natal por lo que sus esfuerzos se concentran en procrear y no en luchar entre ellas mismas, adquiriendo sus poblaciones un comportamiento invasivo. En Europa coloniza la franja costera, generalmente en zonas cálidas y húmedas, aunque también se han encontrado colonias en ciudades del interior (España, Gran Bretaña, Alemania…) aprovechando zonas fuertemente antropomorfizadas. Existe una supercolonia de millones de hormigueros interconectados que recorre desde el norte de España, Portugal, sigue por toda la costa española, el mediodía francés y casi toda la costa mediterránea italiana…. Imaginemos unos 6.000 Km de hormigueros interconectados que no luchan entre sí, sino que cooperan (*). La razón por la que se cree que actúan así puede ser debida a la poca diversidad genética producto de pocos especimenes fundadores (en su momento, pocas reinas fundadoras tuvieron éxito reproductivo), aunque no está claro aún si ello es una causa o un efecto posterior debido a una rápida mutación y/o empobrecimiento genético (cuello de botella).

Los peligros de esta especie de hormiga traslocada son múltiples y variados: Para empezar desplazan y aniquilan a otras especies de hormigas. Generalmente a los pocos años de llegar la hormiga argentina a una localidad determinada, desaparecen gradualmente por agresión y competencia interespecífica todas las demás especies de hormigas… Tengamos en cuenta que hay especies de hormigas nativas, que aunque el gran público no lo sepa, son unos grandes reguladores del ecosistema, por ejemplo cazan ingentes cantidades de insectos dañinos para muchas especies vegetales (tanto en bosques como en cultivos humanos). A este respecto la hormiga argentina además acostumbra a “pastorear”, es decir protege y alienta la cría de pulgones que se alimentan de la savia de las plantas, también protege a “su ganado” contra cualquier amenaza por lo que entorpecen la labor de otros insectos polinizadores beneficiosos. Además, por su costumbre de formar largas hileras son capaces de buscar y encontrar alimento relativamente lejos de sus nidos o en cualquier despensa humana contaminándolas o echándolas a perder. Hemos de señalar la ausencia en esta especie de vuelos nupciales (así reducen drásticamente la mortandad de las castas reproductoras), son poligínicas (varias reinas por hormiguero) y se fundan nuevas colonias por gemación (o “fisión”), es decir, una o varias reinas fecundadas se hacen acompañar por un numero variable de obreras y establecen un nuevo hormiguero… que obviamente continuará conectado al de origen en todos los sentidos desde el alimenticio al genético… Como Monomorium pharaonis (Linnaeus, 1758) también se le achaca ser un vector de contaminación vírica por lo que su presencia en clínicas y hospitales (lugares por lo general cálidos y húmedos) es vigilada con atención.  

En fín una verdadera plaga que no nos debe de engañar por el reducido tamaño de sus especímenes, si no que hay que tenerla muy en cuenta por el gran número de los mismos.  


Bibliografía:

Un estudio muy completo sobre esta especie puede hallarse en la red, concretamente en http://www.bio-nica.info/biblioteca/Garcia%20Hormiga%20argentina.pdf , sus autores son Enrique Gómez Abal y Xavier Espadaler Gelabert.  

Otro buen artículo de Soledad Carpintero Ortega está alojado en: http://www.ecologistasenaccion.org/article5931.html


(*): Parece ser que en Europa existen algunas colonias más renuentes a esos dóciles contactos que estarían localizadas en Barcelona capital y alrededores. 


En la imagen adjunta; dibujo aparecido en el trabajo de Gonzalo Ceballos, ”Tribus de los Himenópteros de España” (1941).