jueves, 14 de junio de 2012

Principio de San Mateo aplicado a la Ecología (Ramón Margalef).


"Porque al que tiene, se le dará más y abundará; y al que no tiene, aun aquello que tiene, le será quitado". Mateo [13,12].

Esta cita de la Biblia conmueve, impresiona que un texto cristiano exprese sin rodeos ni equívocos, que un hombre pobre terminará indefectiblemente aún peor (en este mundo). En el capítulo 25, versículo 29 del mismo Evangelio de San Mateo se da una repetición casi exacta de la cita anterior; también San Marcos [4,25] y San Lucas [8,18 y 19,26] repiten en parecidos términos.

Mucho tiempo después, quien propuso el llamado "Efecto Mateo" por primera vez (que yo sepa) al campo de la Sociología aplicada a la Ciencia, fue el autor norteamericano Robert K. Merton en un artículo muy conocido publicado en 1968 en relación con la recompensa en la Ciencia (*).

El “Efecto Mateo”, se aplica hoy día a numerosos ámbitos de la sociedad actual: Información, Política, Tecnología, Economía, Educación, Finanzas... ¡Guerras! Sobre todo si lo aplicamos a “Grupos” más que a “Unidades” podremos advertir su verdadero potencial: Se establece entonces que cuando dos Sistemas interactúan, la información aumenta relativamente más en el que ya era más complejo, éste parece alimentarse del más simple y puede asimilarlo o terminar devorándolo. Así, el subsistema más complejo mantiene durante el proceso el control del sistema entero, hace mejor uso de la información, la asimila y la conserva mejor y la multiplica relativamente más (**).

Ramón Margalef (1919-2004), catedrático de la Universidad de Barcelona, adaptó la “Teoría de la Información” (Shannon y Warren de finales de los 40’) al campo de la Ecología (mediados de los 50’). Con el tiempo fue perfeccionando y aglutinando más y más modelos matemáticos para una misma población en estudio, resultando entre otros lo que hoy día se denomina “Principio de San Mateo aplicado a la Ecología”.

Para ilustrar con un ejemplo de “primera mano”, a una escala muy pequeña y sin intención de restar categoría o importancia a esta gran contribución para la Ciencia, os comento una pequeña muestra: Llevo siguiendo desde hace casi tres años una serie de colonias de Messor barbarus (Linnaeus, 1767) en un solar sin construir cerca de mi domicilio. Aprovechando que está muy bien demarcado por varios equipos de topografía que allí hacen prácticas, cada pocas semanas dibujo un croquis de los diferentes nidos que esta especie ocupa en este lugar, constatando fácilmente la variación que se ha producido durante todo este tiempo, tanto en el número de nidos como el la dirección de sus pistas de forrajeo. Me he dado cuenta de que después de este período, los nidos supervivientes son cada vez más grandes además de la ya práctica inexistencia de los más pequeños o jóvenes que no consiguieron superar el siguiente invierno después de su fundación: Las colonias más recientes o más pequeñas en número de integrantes son eliminadas bien por batallas por el control del territorio o por competencia por los recursos alimenticios existentes, Las colonias más grandes triunfan invariablemente en esta lucha por la supervivencia.

Quizás no es algo muy diferente a lo que ocurre en el género humano, ¿Pero acaso no somos ambos animales sociales?

 
En las imágenes anteriores, colección completa de cromos Liebig, en francés, sobre "el mundo de las hormigas" (1932).


Notas y Enlaces:

(*): Merton, Robert K. (1968). The Matthew Effect in Science. Science 159 (3810), 56–63.

(**): Adaptado de: Josep Peñuelas Reixach (1988). De la biosfera a la antroposfera: Una introducción a la Ecología, 287 pgs. Ed. Barcanova. ISBN: 9788475334004.




Para ampliar un poco más: “El concepto de información en la ecología margalefiana” por el Dr. Jordi Flos Bassols (Departament d’Ecologia. Universitat de Barcelona):

Listado de las publicaciones del Profesor Ramón Margalef: