Como dije en la anterior entrada, hemos pasado unos 10 días en la costa. Para este fin, me pertreché de un tablet en cuya memoria tengo almacenados unos 3.500 documentos sobre insectos sociales (la mayoría, como no, sobre hormigas). No os sorprendáis, en tan corto tiempo, mi capacidad lectora/”visualizadora” no llega a tanto ni mucho menos; pero de la cincuentena de trabajos que he podido examinar con calma, algunos fijaron mucho mi atención, pues no en vano, uno de los objetivos que tengo marcados para este año es precisamente el estudio de las relaciones de algunas especies de hormigas parásitas.
Es interesante cavilar o meditar acerca de como una especie de hormiga evoluciona hasta convertirse en un parásito de otra, incluso llegando al extremo, con el tiempo, de prescindir de su propia casta de obreras.
Al respecto y como paso previo, he querido esquematizar y/o clarificar un poco este “enrevesado estado evolutivo” y empezar con unas definiciones previas con vistas a su mejor comprensión. Vamos por partes: Ya en el colegio (al menos los que no caímos en la fatal LOGSE) aprendimos tres clases de relaciones interespecíficas:
Comensalismo, cuando una especie se beneficia y otra queda indiferente.
Mutualismo, cuando ambas especies salen beneficiadas de su asociación.
Parasitismo, cuando una se beneficia a expensas de otra que sale perjudicada.
Con respecto a las hormigas, hemos de tener en cuenta que son animales sociales, por lo que la cosa se complica un poco. No hablamos de un único espécimen que parasita a otro si no de “sociedades enteras” que hacen lo propio. Estas son las categorías según Wilson (1975) [recogido en Acosta F.J.y Martinez M.D. 1982] que pueden llegar a formularse y que transcribo a continuación:
Parasitismo trófico: Una especie roba comida a las sociedades de otra.
Xenobiosis: Una especie anida cerca de otra o dentro de su nido, recibiendo comida del hospedador.
Parasitismo social temporal: Una especie invierte parte de su ciclo vital como miembro parásito en una sociedad de otra especie y el resto en estado libre.
Esclavismo (Dulosis): Una especie ataca los nidos de otra, y captura sus formas inmaduras que llegan a convertirse en esclavas adultas.
Inquilinismo: Una especie realiza todo su ciclo vital como parásita, dentro de las sociedades de otra.
Quizás fuere factible pensar que las cuatro primeras conducen hacia la quinta… Pero no está tan claro, no; posiblemente puedan ser “caminos” evolutivos diferentes que conducen bien a “callejones sin salida” o bien hacia el mismo final.
Algunos ejemplos en España de hormigas parásitas en uno u otro grado son: El género Strongylognathus que parasita sobre Tetramorium; Plagiolepis grassei y P. xene que parasitan a P. pygmaea y P. schmitzii; Formica sanguinea ejerce dulosis sobre otras especies del grupo -o mejor dicho, del antiguo subgénero- Serviformica; también Bothriomyrmex puede serlo facultativamente sobre Tapinoma… La lista es bastante larga e interesante.
Formica sanguinea (en el centro) con una hormiga “esclava” (a la izquierda) Formica fusca. |
Bueno, ya iremos profundizando un poco más a este respecto a lo largo de este año. Comentar además que durante este último viaje hemos recogido una treintena de muestras, en ambientes variados que incluyen montaña, litorales, bosques, praderas y estepas pero todas ellas a buen seguro interesantes. Esto es todo por ahora.
Bibliografía recomendada/citada:
Acosta F.J.y Martinez M.D. 1982. Consideraciones sobre la dulosis en el género Strongylognathus Mayr, 1853. (Hym. Formicidae). Boletín Asoc. esp. Entom. Vol. 6 (Fase. 1): 121-124.
Wilson, E.O., 1975. Sociobiology. The hew synthesis. The Belknap Press of Harvard University
Press. Cambridge (Massachusetts) 697 págs.