Fotografía de Javier Castosa |
Corresponden estas fotografías a una especie del género Acromyrmex, pertenecientes junto al género Atta a las hormigas que vulgarmente se denominan “hormigas parasol” o “cortadoras de hojas” (“leaf-cutters”). La diferencia entre ambos géneros es que Acromyrmex tiene cuatro pares de espinas muy evidentes en el dorso y Atta solo tres, pero ambos géneros tienen una característica en común: Son hormigas que cultivan su propio alimento (*).
Fotografía de Javier Castosa |
Estas hormigas, cortan pequeños trocitos circulares de las hojas y flores de los árboles (y otras plantas), las llevan al nido y allí mismo las limpian, trituran y enjuagan con su saliva, mezclan con sus propios deshechos y así preparan un nicho o “cama” apropiado para el cultivo de ciertos hongos (Lepyotaceae) de los que realmente se alimentan. En el proceso, las hormigas usan determinadas substancias de efecto antibiótico para prevenir la contaminación del mismo. El cultivo se desarrolla en el interior de algunas cámaras subterráneas apropiadas al efecto, ya que también se sabe que estas hormigas son capaces de regular los niveles de humedad y CO2 buscando una mejor productividad. Se dice además en la literatura especializada que este hongo es imposible de cultivar por el hombre solo, incluso en condiciones de laboratorio.
Su distribución es neotropical, desde EEUU hasta Argentina. Hasta donde yo se, son hormigas monogínicas (una sola reina por colonia) y de fundación independiente de nuevos hormigueros; pertenecen a la subfamilia Myrmicinae (peciolo y pospeciolo entre el mesosoma y gáster); son polimórficas, con diferentes tamaños, según la actividad a la que está destinado cada individuo (cortar hojas, transporte, laboreo, etc). En muchas zonas son consideradas como plagas por su actividad defoliadora en cultivos. También se las considera perjudiciales por su competencia alimenticia con el ganado.
Fotografía de Javier Castosa |
Una nota curiosa, cuando una joven y futura reina abandona su nido en el vuelo nupcial, se lleva un trocito del hongo para iniciar en su nueva colonia el cultivo. Es además interesante apuntar que no hay otras especies animales que cultiven su propia comida (excepto el hombre), esto puede darnos idea de lo interesante que puede ser, intelectualmente hablando, meditar sobre como la evolución da inicio y empuja a un grupo de hormigas a cultivar y alimentarse de hongos… Y es que, repito, las hormigas “dan” para mucho.
En muchas exposiciones y zoológicos del mundo se exhiben colonias de estas hormigas por lo espectacular del proceso de la elaboración de su alimento, aquí mismo en este Blog pusimos una entrada al efecto. También ha servido este hecho incluso como motivo en emisiones de sellos postales, algún día hablaremos de ello en una próxima entrada a este Blog.
Fotografía de Javier Castosa |
(*): Otras especies pertenecientes a la Tribu Attini cultivan hongos, pero excluyendo a los géneros Atta y Acromyrmex, las demás lo hacen sobre material recolectado (hojas secas, semillas, cadáveres de insectos), no cortan ni recolectan las hojas verdes.