miércoles, 17 de agosto de 2011

Aparecen dos machos de Aphaenogaster senilis en la colonia #28.

Estoy frente al ordenador escribiendo (¡cómo no! diría mi mujer) y al lado mismo tengo una colonia cautiva; sin reina, de Aphaenogaster senilis Mayr, 1853. Observo en este momento como un grupo de obreras se ha congregado en torno al cadáver de un tenebrio que acabo de proporcionarles como alimento. Me quedo fijamente mirando, cuando de repente observo además: ¡Un sexuado alado! …que rápidamente identifico como un pequeño macho. ¿Pero qué hace aquí este macho?


Ya se que es complicado, pero voy a tratar de “desembrollar” (o tal vez, terminar de complicar :-) un poco este misterio:

La colonia nº 28 fue recogida en unas obras que se estaban realizando cerca de mi domicilio, la reina con el gáster aplastado, estaba muerta en un lado. Recordé algunas lecturas sobre esta especie acerca de la posibilidad de que un grupo de obreras pudieran “recomponer”, por sí solas y en ausencia de la reina, una colonia. Decidí entonces recoger a la escasa treintena de supervivientes y alojarlas en un hormiguero artificial hecho de tubos: (http://hormigasamarillas.blogspot.com/2011/01/inicio-de-un-nuevo-hormiguero.html). Después de la primera semana, observé unos pocos huevos que pensé alguna obrera habría llevado consigo, inadvertidamente para mí, salvándolos del “desastre” desde su anterior nido. Dos semanas después, observé que el número de huevos y larvas era claramente  superior a su número inicial por lo que me fijé mejor, abrí un diario y pasados unos días pude constatar la nueva puesta de al menos 16 huevos producto, ahora de forma clara para mí, de una o varias de las obreras presentes. Transcurridas unas semanas más, he podido ver algunas jóvenes obreras, por cierto, más pequeñas que sus hermanas (¿o quizás madres?) y quiero estar seguro al 100% de si efectivamente, o son producto de los huevos depositados por éstas o, simplemente de los que ya traían las iniciales “colonos” de este nido artificial.

Ahora además, la cuestión se ha complicado un poco al observar los machos (¡Ahora ya son dos!) que también podrían haber sido trasladados en forma de huevo desde el anterior nido o haber sido producidos por huevos – no fertilizados- puestos por las obreras.

Como ya hablamos en una anterior entrada, el sistema de selección del sexo en las hormigas “Haplodiploidía”, puede parecer un poco complicado desde nuestro punto de vista; recordemos: Si un huevo está fertilizado dará hembras (reinas u obreras) y si no lo está, dará machos. Considero importante comprobar el o los hecho/s concretos acaecidos hasta el momento. ¿Por qué en ausencia de reina siguen apareciendo huevos? Podríamos también hablar de partenogénesis y hablaríamos por un lado, o bien de Arrenotoquia que es “normal” en muchos himenópteros y en este caso, donde las obreras (en teoría hembras no fértiles) podrían poner huevos cuyo producto sería solo machos o, por otro lado de Telitoquia, donde estas obreras podrían poner huevos cuyo producto serían clones de sí mismas y por tanto obreras “calcadas” de sus “madre-hermanas”. Aunque con mis medios (maldito PCR…), no podría estar seguro siquiera de si incluso las obreras podrían estar fertilizadas con anterioridad (por un macho, claro) desde su anterior nido… Además otro interrogante: ¿podrían estos machos, hijos de estas obreras y nacidos recientemente, a su vez fertilizar en un futuro próximo a las obreras (madres/hermanas) adultas que pueblan el nido?


Bueno, es un poco lioso, y además nunca he sido buen comunicador; resumiendo (mucho), creo que en este momento se da una (o alguna de sus combinaciones) de las siguientes posibilidades:

1.- Los huevos observados ya los traían las obreras iniciales cuya madre era la fallecida reina de su anterior nido, éstas, habrían llevado huevos tanto de machos como de obreras que son los que veo ahora.
2.- Algunos huevos aparecidos han sido puestos por las obreras supervivientes, después de su traslado y, han producido, al no estar fecundados y gracias a su sistema cromosómico N:2N, solo machos.
3.- Algunos huevos puestos por estas obreras, aun no estando fertilizados han producido nuevas obreras (Telitoquia), siendo su producto unos verdaderos clones de sus madres (las obreras supervivientes del anterior nido).
4.- Alguna/s de la/s obrera/s del anterior nido, sí estaban fertilizadas por un macho y han puesto huevos de los que salen nuevas obreras.
5.- Una suma de dos o más de los puntos anteriormente referidos.


Pero ¿Qué pasará a partir de ahora?... Conjeturo dos posibles hipótesis:

1.- Los machos, como último acervo genético de la colonia, volarían en busca de “princesas” de otros nidos que a su vez, y con mucha suerte, contribuirán genéticamente a fundar nuevas colonias.
2.- Los machos nacidos aquí fertilizarán a las obreras del propio nido ( “retrocruzamiento”) y una o varias obrera/s se erigirá/n en nueva/s reina/s.


¿El resultado? ¡Dentro de unos meses! ...Pero sin duda alguna, muy, pero que muy interesante.