sábado, 18 de junio de 2011

Libro: “Panjamón”, de Jean Yves Domalain.

Aunque no es un libro de mirmecología, este libro trata del viaje de un joven francés (“joven” de los años 60’) aficionado a los animales, cuyo destino final es el interior de la isla de Borneo. Una vez allí, es “adoptado” por una tribu indígena (los "ibans", antiguos cortadores de cabezas) y con el correr de los meses decide formar parte “de facto” del clan y pasar las pruebas necesarias para convertirse en guerrero u hombre adulto de la tribu. Leo con atención que la prueba de “iniciación” consiste en recostarse en un agujero con forma de tumba, totalmente desnudo y lleno de… hormigas. Narra el autor que al ser picado e inoculado con miles de aguijonazos con ácido fórmico (al parecer las hormigas no participaban de manera muy alegre en la “fiesta”), pierde el conocimiento y que a partir de ahí, cuando recobra la consciencia, tiene que sobrevivir aislado durante un mes más o menos, solo, desnudo y por sus propios medios hasta poder volver, curado por completo de sus heridas, al poblado. He leído ya algunas historias similares, pero me llama la atención que sea un fenómeno a nivel mundial el utilizar a las hormigas como prueba iniciática. Lo mismo da una selva en extremo Oriente, que en el interior de Sudamérica… yo diría que es casi un fenómeno global del que valdría la pena que alguien recopilara datos. En fin, aun queda tanto por hacer…

 

Ficha del libro:

Título: “Panjamon, Entre los cortadores de cabezas de Borneo”.
 
Autor: Jean-Yves Domalain
Colección libros de bolsillo Noguer nº 41, 279 pag, 18x12.
Editorial Noguer, 1976
ISBN: 84-279-0847-4


En la imagen adjunta, portada del libro “Panjamon” de Jean Yves Domalain.

martes, 14 de junio de 2011

Salida al campo: Sierra de Albarracín y Montes Universales (TE, CU, GU).

Este fin de semana pasado, hemos recorrido parte de la sierra de Albarracín (TE) y Montes Universales, más o menos en la confluencia de las provincias de Teruel, Cuenca y Guadalajara.

El propósito de esta salida era localizar nidos del género Formica y concretamente encontrar a la especie Formica dusmeti Emery, 1909 una formicina endémica de la Península Ibérica y citada por X. Espadaler (*) en la localidad de Tramacastilla (TE). Tras un recorrido de más de 600 km pudimos contabilizar 7 zonas con gran abundancia de nidos de Formica, además de recoger muestras pertenecientes a los géneros Camponotus, Aphaenogaster, Lasius y Tapinoma más unas cuantas (4) que aún no he identificado. Mención especial el haber observado sexuados del género Formica cerca de Villar del Cobo (-localidad 034#11/06/2011-, 1525 msnm) en la provincia de Teruel.

Los parajes visitados son de un gran valor ecológico y paisajístico; además del “tema mirmecológico”, también tuvimos la oportunidad de visitar “La Ciudad Encantada” (por cierto, unas Camponotus enormes ;-) en Cuenca y los nacimientos de los ríos Guadalaviar, Tajo, Júcar y Cuervo, este último por cierto, de gran belleza.

Ha valido la pena el viaje y seguro que volveremos pronto.


(*): Espadaler, X. 1997. Catalogus 13. Insecta: Hymenoptera, 2. Fam. Formicidae. Catálogo entomofauna aragonesa, 13: 13-21.


Gracias a Antonio Melic, presidente de la Sociedad Entomológica Aragonesa (S.E.A.) por su amabilidad al proporcionarme una copia de este trabajo.


En la imagen adjunta un nido de Formica cercano a la población de Peralejos de las truchas en la provincia de Guadalajara (-localidad 037#12/06/2011-, 1204 msnm).

domingo, 12 de junio de 2011

Paseando por Zaragoza vs Crematogaster scutellaris.

Bueno, pues estos días, he estado recorriendo la margen derecha del río Ebro a su paso por la ciudad de Zaragoza. No me gustan demasiado estas zonas ajardinadas “asépticas” donde apenas existen tres o cuatro especies de árboles y todo es cemento o como mucho, alguna mancha de césped artificial (*). De todas formas, lo bueno de dedicarse a las hormigas es que puedes encontrar más variedad de estas especies en estos entornos antropomorfizados que de otros tipos de animales (aves o mamíferos por ejemplo). Así, he sonreído para mis adentros al comprobar que en la base de cada uno de una larga fila de árboles (como no, perfectamente alineados y aislados entre sí) encontraba una sola especie de hormiga. Se nota que la competencia interespecífica (**) es feroz y al final, solo una especie sobrevive.



Ha llamado mi atención, y es la primera vez que la veo aquí en Zaragoza capital, una especie que es de mis preferidas; Crematogaster scutellaris (Olivier, 1792), una preciosa hormiga mirmicina a la que ya nos referimos en su momento. He podido disfrutar al ver como durante la caída de la tarde (hace bastante menos calor), se afanaban las obreras en buscar alimento y recorrer con ansia el escaso metro cuadrado que cercaba “su mundo” o, desde nuestra perspectiva, “su árbol” en cuestión.


Crematogaster scutellaris es una preciosa hormiga bicolor, cabeza de fuerte color rojo y tórax y gáster negro este último de una característica forma acorazonada. Es una especie típicamente mediterránea aunque llega en su distribución hasta el centro de Europa. Tiene un tamaño de unos 3-5mm las obreras y 7-9mm las reinas. Es monogínica y la fundación de la colonia es de tipo independiente, es decir, llevada a cabo por la reina sin ayuda de obreras u otras hembras fértiles. Según algunas fuentes, la longevidad de la reina puede ser de más de dos décadas. Su alimentación se basa en secreciones de áfidos pero también es carnívora, alimentándose de pequeños artrópodos vivos o muertos, no despreciando carroñas de animales superiores; he llegado a observarla en Cerdeña (IT) acabar con el cadáver de una salamanquesa rosada [Hemidactylus turcicus (Linnaeus, 1758)] de unos 10 cm de longitud en menos de una hora.


Volviendo a mis paseos “mirmecológicos”, es curioso todo lo que la gente puede llegar a preguntarte cuando te ven tomando coordenadas gps y agachado tomando fotos al suelo, a esas horas y... ¡En plena ciudad!  :-)

 

(*): Con el pretexto del “ahorro de agua” nuestro Ayuntamiento pone césped artificial ahorrándose de paso algunos puestos de trabajo en su mantenimiento. 

 (**): "Interespecífica": Entre especies. 


En la imagen adjunta, fotografía de esta hermosa especie tomada esta semana en Zaragoza capital. Se observa a una de ellas portando un pulgón.

jueves, 9 de junio de 2011

Libro: “Las Hormigas” de Bernard Werber.

Bernard Werber (1961-) es un novelista de nacionalidad francesa, sus libros se han traducido a multitud de idiomas destacando los títulos “El imperio de los ángeles” y su trilogía sobre “Las Hormigas”.  

El libro que nos ocupa hoy es el primer título de la trilogía de “Las Hormigas”, que consta de las siguientes obras:

  1.  Las Hormigas (1991)
  2.  El Día de las Hormigas (1992)
  3.  La Revolución de las Hormigas (1996) 


Las relaciono aquí porque existe cierta confusión con su orden y cronología. Ya sabemos que en Internet hay mucho “corta y pega” y por ello es fácil que los errores se difundan hasta la saciedad más exasperante como es en este caso.

Es esta una novela “larga” para los estándares de hoy día; para mi gusto y aunque concurren dos historias paralelas está bien estructurada, pero sobre todo se nota a un autor bien documentado; no en vano Bernard Werber tiene experiencia en ello, pues es o ha sido colaborador en varias revistas científicas y de divulgación. En resumen, un libro que se deja leer sin problemas y además trata y relaciona personajes que nos gustan: Las hormigas. Recomendable para llevárselo en vacaciones.


Me gustaron particularmente dos citas del libro: “La Naturaleza odia la uniformidad y ama la diversidad” y “Las decisiones se toman mediante concertación permanente, a través de la formación de grupos de trabajo dedicados a proyectos libremente elegidos.”


Aunque el libro está descatalogado (para su traducción en español), es fácil encontrarlo aún en librerías de ocasión, el lector puede buscar en iberlibro.com, uniliber.com o incluso en ebay. Aunque yo dispongo de la edición en tela (ISBN 13: 978-84-01-32427-7) pongo aquí la ficha del libro en “edición integra de bolsillo” (rústica), que es mucho más fácil de encontrar dada la mayor tirada que tuvo en su día.



Ficha del libro:


Título: Las Hormigas

Autor: Bernard Werber
Colección: Los jet de Plaza & Janés
Publicación: Plaza & Janés Editores, S.A.
Descripción: 336 p. 18x11 cm
Fecha Impresión: 02/1994 (2ª edición)
ISBN 13: 978-84-01-43831-8
ISBN 10: 84-01-43831-4


En la imagen adjunta, portada del libro en su edición “rustica” de la ed. Plaza y Janés.

lunes, 6 de junio de 2011

Crematogaster scutellaris vs Reticulitermes sp.


Pues esta mañana, he salido al campo con mi pequeña moto; en un bosquecillo próximo a la localidad de Perdiguera (Z) he visto una columna de Crematogaster scutellaris. Al poco de acomodarme para sacar unas fotografías, he observado por el visor de la cámara, mejor dicho, por su pantalla, una obrera de Crematogaster portando entre sus mandíbulas lo que parecía una larva de insecto. Cuando he alzado la vista me he dado cuenta de que el infortunado espécimen era una termita. Rápidamente, me he levantado y he seguido a todo lo largo de la citada columna y he visto que atravesaba un viejo tocón de pino parcialmente descompuesto.  No me ha costado mucho deshacer la corteza del tronco y han salido enseguida unos soldados de Reticulitermes sp. acompañados de varios “obreros” (a diferencia de las hormigas, las castas de las termitas están constituidas por ejemplares de ambos sexos), también había dentro de sus galerías algunas Crematogaster scutellaris que se disponían a saquear el nido de la termitas. Por lo que he visto, todas las bajas las constituían obreros de Reticulitermes a pesar de la gran defensa que oponían los soldados que por cierto no parecían rival para la hormigas.


Aunque no nos habíamos referido antes a ellas en este blog, las termitas no son Himenópteros propiamente dichos, son Isópteros relacionados filogenéticamente más bien con las cucarachas pero son insectos eusociales, con al menos tanto interés en este aspecto como las propias hormigas.

Gracias a David Mora por su ayuda en la identificación del género de termita



En las imágenes adjuntas: (1) Crematogaster scutellaris con una termita entre sus mandíbulas. (2) Pequeño grupo de Reticulitermes sp.

viernes, 3 de junio de 2011

Cleptobiosis de Aphaenogaster vs Camponotus; caza de una Messor.



Pues hoy ha sido el “día de las Aphaenogaster”. Esta mañana he salido a dar un corto paseo por la ciudad de Zaragoza, precisamente por la ribera del Ebro en busca de nidos de hormiga argentina (Linepithema humile); a este respecto, sigo sin encontrarla pero aprovecho para ver otras especies de hormigas. Hoy la suerte ha querido que observase un grupo de Aphaenogaster senilis forrajeando en busca de comida. Una de éstas, se ha acercado a una Camponotus que llevaba, no sin dificultad, un escarabajo muerto arrastrándolo de una pata por un terreno lleno de obstáculos. De repente, se ha topado con la Aphaenogaster que no ha dudado ni un momento en arrebatarle su presa. Tras un corto forcejeo que solo ha durado unos segundos (ver imagen adjunta), la Aphaenogaster ha dejado bien claro quien era la nueva propietaria del pobre coleóptero y la Camponotus ha decidido no perder más tiempo y renunciar a su presa. Un poco más tarde, a solo unos metros más allá, he visto algo insólito (para mí): Otra Aphaenogaster senilis llevaba prendida de sus mandíbulas por el pecíolo a una gran “major” de Messor barbarus todavía viva pero en aparente mal estado. La desdichada hormiga, aun siendo casi el doble de tamaño que su captora no era ya capaz de zafarse, quizás debido a su lamentable estado, lo que facilitaba el transporte a su nido sin demasiados problemas.


En la imagen adjunta, Aphaenogaster  justo después de arrebatar su presa a una Camponotus.

miércoles, 1 de junio de 2011

Marcado de himenópteros para su estudio.

Cuando por ejemplo las hormigas reinas son parecidas a las obreras “major” o cuando su número es grande o la colonia no se puede observar con facilidad en medio de un hormiguero artificial, puede darse el caso de que necesitemos marcar  para su rápida identificación, uno o varios ejemplares. Hace tiempo que había diseñado un experimento y necesitaba hacer destacar fácilmente un ejemplar concreto de la colonia. Empecé a leer en foros y a preguntar al respecto, pero las respuestas que obtenía (desde marcar con isótopos radiactivos a utilizar esmalte “de uñas”) no me satisfacían demasiado. Más tarde me enteré por un cursillo de apicultura que las reinas de las abejas son marcadas con cierta frecuencia por los apicultores. Me puse en contacto con dos empresas proveedoras que tenían "pintura" para abejas, pero nuevamente no me satisficieron pues no pudieron asegurarme (¡!) que su "pintura" fuera diferente a un esmalte de uñas con base de acetona (venenoso) o siquiera que fuese de una calidad “alimentaria” o biodegradable.

En un foro sobre apicultura, leí a un aficionado que utilizaba rotuladores “POSCA (PC-5M)” de la firma “UNI (Mitsubishi Pencil)” con muy buenos resultados. Me puse en contacto con una amiga que trabaja en una papelería y me comentó que el modelo del rotulador es muy conocido y sencillo de conseguir; además, existe en varios colores, nada menos que 17.
Así que ya puestos, pedí los de color blanco, oro y plata por si debía de marcar varios ejemplares. El marcado es muy sencillo cuando se tiene algo de práctica; basta seleccionar la hormiga en cuestión, inmovilizarla brevemente y aplicar sobre el dorso del gáster una rápida pasada de delante hacia atrás con el rotulador. Si hemos de colorear con una combinación de dos o más colores (para marcar diferentes individuos de una misma colonia por ejemplo), lo mejor para mí, es pintar con rayas o bandas perpendiculares o sea, de izquierda a derecha. 

 
En las imágenes adjuntas, (1) Lámina aparecida en el libro “Ants, Bees and Wasps” de Lubbock (ed. 1915) . (2) El rotulador mencionado